El mundo cambia, y hoy muchas cosas parecen puestas cabeza abajo: quien hacía oposición a Sarney lo defiende, quien gritaba "¡fuera Collor!" lo elogia, quien exigía reforma agraria exalta el agronegocio. Y, a pesar de las políticas sociales, 31 millones de brasileños(as) continúan sobreviviendo en la miseria. Y la violencia esparce el miedo por nuestras ciudades.
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