Una empresa de biocombustibles propiedad de Shell en Brasil ha descartado seguir adelante con sus polémicos planes para producir caña de azúcar en tierra arrebatada a un pueblo indígena después de una ruidosa campaña por parte de los indígenas y de Survival International. La empresa, Raízen, se estableció en 2010 como una joint venture entre Shell y el gigante brasileño del etanol Cosan para producir biocombustible a partir de caña de azúcar. Pero parte de la caña de azúcar se cultiva en tierras que los guaraníes, uno de los pueblos indígenas más perseguidos y empobrecidos de América Latina, reclaman como suyas
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