Clinton llegó a Brasil con tres planteamientos. El primero era que Brasil se adhiriera a la propuesta de EE.UU. de castigar y sancionar a Irán en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). A Brasil, actualmente miembro temporal del Consejo de Seguridad, le toca votar a favor o en contra de una resolución condenatoria de las ambiciones nucleares de Irán. Lula sacó a relucir su cálida sonrisa, pero no vaciló. La respuesta fue no. “No es prudente colocar a Irán contra la pared”, dijo Lula. “Lo que es prudente es establecer relaciones con ese país. Quiero para Irán lo mismo que quiero para Brasil: que pueda usar la energía nuclear para fines pacíficos.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario